martes, 12 de febrero de 2013

No todo debe ser guardado.


 
Y la lágrima calló, finalmente, por el cristal.
La condensación de sus sentimientos terminó por desbordar el vaso que trataba de contenerlos y la hacían parecer una persona fuerte ante los demás.
Todo se va algún día, todo se rompe.
Y tarde o temprano ese momento llegaría. Ella lo sabía.
Dile adiós; adiós a las tardes de sonrisas a tu lado.
Dile adiós; adiós a los sueños olvidados.
Pero tal vez no. Tal vez sea todo una sensación y si vuelves a sonreír frente al espejo lograrás ver tu sonrisa.
Está un poco sucio, pero no te preocupes, límpialo. Ten, aquí te dejo un trapo; humedécelo con tus lágrimas y límpialo.
Límpialo de tus fallos y de tus debilidades.
Límpialo de tu dolor y de tus penas.
Límpialo de todos aquellos momentos que siempre has tratado de convencerte de que valieron la pena para no sentirlos perdidos.

Límpialo y límpiate a ti con ello.
Libérate y vacíate de lo que tan solo te asusta y enturbia tu mente.
Quita ese peso de ti y desempolva tus alas.

Ahora podrás volar.